Conferència pronunciada a la Conferencia sobre Nuevos escenarios y tendencias de la comunicación en el umbral del tercer milenio. Organitzada per la Universidad Andina Simón Bolívar, Facultad de Comunicación de la Universidad Central del Ecuador, Escuela de Comunicación de la Universidad Politécnica Salesiana, i la Agencia Latinoamericana de Información. Celebrat a Quito, Ecuador
DE LA DECONSTRUCCION A LA FORMULACIÓN DE NUEVOS PARADIGMAS
INTEGRADORES: APORTACIONES DESDE LA HISTORIA DE LA
COMUNICACIÓN NO - ANDROCENTRICA EX - CENTRICA,
PLURAL E INTERACTIVA
Universidad Autónoma de Barcelona
Febrero de 2000
Ponencia presentada a la Conferencia internacional sobre
'Nuevos escenarios y tendencias de la comunicación
en el umbral del tercer milenio'
Universidad Andina Simón Bolívar, Quito, 14 - 17 de febrero de 2000
Organizan: Universidad Andina Simón Bolívar; Facultad de Comunicación, Universidad Central del Ecuador; Escuela de Comunicación, Universidad Politécnica Salesiana; ALAI.
Metodología de trabajo: La conferencia se realizara durante cuatro días y girará sobre cuatro ejes transversales: Globalización, Cultura, Política e Interdisciplinaridad. Sobre cada uno de ellos versarán las cuatro conferencias magistrales. Se organizarán mesas de trabajo que recogerán las ponencias presentadas sobre cada temática. Pueden participar con ponencias profesores, alumnos graduandos, equipos de trabajo, Ong's, etc.
4. Interdisciplinaridad: Mesas de discusión: Construcción y deconstrucción de paradigmas de investigación. La interdisciplinaridad: nuevas teorías de la comunicación. La comunicación en las visiones posmodernas. Comunicadores o comunicólogos. La formación de los comunicadores. Nuevos mercados laborales.
INDICE:
Introducción
1. La deconstrucción del orden androcéntrico del discurso académico: crítica y autocrítica
2. La comunicación, un enfoque integrador: nuevos paradigmas:
2.1. Primer paradigma: repercusiones de la dinámica expansiva en la organización social interna
2.2. Segundo paradigma: la dinámica social, producto de la asimilación / no asimilación de la memoria colectiva
3. La construcción histórica de la aldea global: otras explicaciones, otras didácicas:
3.1. Otras explicaciones: aportaciones desde la Historia de la Comunicación:
3.1.1. Ejercicios de des-aprendizaje: otras y otros protagonistas, otros escenarios, otras actuaciones, otras fuentes documentales
3.1.2. Historias personales e historia colectiva: un enfoque desde la infancia y el recambio generacional (video y proyecto Tortosa)
3.1.3. Escenarios sociales: paseos por el pasado y el presente de los nudos y las redes de comunicación: un enfoque desde lo local y su vinculación a lo global a través de las redes de comunicación
3.1.4. Los medios de comunicación, registros de la memoria y fuentes documentales para la historia personal y colectiva: sentimientos, argumentos e informaciones.
3.2. Otras didácticas excéntricas, plurales e interactivas: talleres de producción experimental:
3.2.1. La ampliación del mundo, nuevos instrumentos cognitivos, nuevas necesidades de aprendizaje y desaprendizaje: redefinición de los papeles profesor - alumno en una didáctica ex-céntrica, plural e interactica.
3.2.2. Diversidad de enfoques y perspectivas: aportaciones transdisciplinares
3.2.3. Los talleres de producción experimental: una didáctica plural e interactiva, teórico-práctica, a través de los Campus virtuales.
Primera parte:
Introducción, deconstrucción y nuevos paradigmas (10 pág., 20 min.)
Segunda Parte:
Otras explicaciones (15 pág., 30 min.),
Otras didácticas y posibilidades de debate plural (5 pág., 10 min.)
INTRODUCCION
[1 pág., 2 min.]
AQUÍ HE DE HACER UNA REIVINDICACIÓN DE LA EXPLICACION HISTÓRICA, A LA VEZ QUE HE DE PLANTEAR LA NECESIDAD DE ELABORAR OTRAS EXPLICACIONES DE LA HISTORIA CAPACES DE RESPONDER A LOS INTERROGANTES QUE PLANTEA EL MUNDO ACTUAL Y LA COMPRENSIÓN DE LA IMPLANTACIÓN DE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN.
A lo largo del siglo XX, los medios de comunicación han pasado de ser el cuarto poder, a ocupar un papel central en la vida de las sociedades y en las relaciones entre el conjunto de sociedades que integramos hoy la aldea planetaria.
El hecho de que este desplazamiento se haya producido al tiempo que se han desarrollado unas tecnologías de transporte y de transmisión de informaciones cada vez más potentes, como instrumentos imprescindibles para las empresas e instituciones que gestionan los intercambios de capitales, bienes y personas y marcan las reglas de juego entre los distintos poderes dentro y más allá de las fronteras de los estados, ha propiciado, probablemente, que se produzca una abundante literatura que atribuye a estas tecnologías la responsabilidad de los cambios sociales, y menosprecia el papel de los seres humanos como protagonistas y agentes de la vida social.
Estas visiones que podemos calificar como tecnolátricas, ya que atribuyen a la técnica un potencial sobrehumano y reducen las posibilidades de reaccionar a simples posturas a favor o en contra, y dificultan percibir las posibilidades de intervención humana en el devenir social.
lejos de facilitar un conocimiento de los problemas sociales capaz de ayudar a hacer diagnósticos que ayuden a solucionarlos,
Ante esta situación sólo cabe adoptar dos posiciones: o bien aceptamos que o somos capaces de aportar soluciones, que sólo sabemos entonar alabanzas o lamentos, y que nada justifica nuestro papel como intelectuales, en cuyo caso haríamos bien en renunciar y callarnos; o bien nos esforzamos en formular nuevas explicaciones que restituyan a un primer plano la capacidad de reacción y la responsabilidad humana, nos proporcionen conocimientos más acertados para proponer tratamientos más eficaces para remediar los graves problemas sociales que afectan hoy a la aldea planetaria en la que vivimos, y permitan evaluar los aciertos y las equivocaciones de las líneas de actuación desarrolladas hasta ahora y las que deseamos y podemos seguir para promover una sociedad más justa.
Elaborar nuevas explicaciones no es tarea fácil. Porque detectar cuáles son sus limitaciones implica llevar la crítica a la autocrítica de las pautas con que nos hemos habituado a pensar...
Pero estas posiciones tecnolátricas y esta expulsión de los seres humanos como sujetos agentes y responsables de la historia no puede atribuirse sólo a torpeza o mala voluntad de algunos estudiosos, defectos de los que la habilidad y vuela voluntad podrían librarnos
Las deficiencias hay que buscarlas en las propias explicaciones académicas convencionales, en las mismas razones que conducen al desarrollo de nuevos y potentes instrumentos técnicos dotados de una mayor capacidad de acopio, tratamiento y transmisión de informaciones: a lo largo del siglo XX la ampliación del mundo a la aldea global ha supuesto también una ampliación del universo cognitivo y a estas nuevas dimensiones han de adecuarse no sólo los recursos técnicos (tarea en a que se aplican los informáticos) sino también la conceptualización y los paradigmas: este es el reto al que hemos de dar respuesta los y las estudiosos de las ciencias sociales
Contra estas posibilidades y estos retos actúan los hábitos mentales adquiridos en nuestro proceso de socialización y las rutinas profesionales, que nos han llevado a introducir enfoques y pautas de selección y menosprecio, valoración positiva y negativa... construídas en la Historia académica (Foucault, J. Valera, Khun...)
1. LA DECONSTRUCCIÓN DEL ORDEN ANDROCÉNTRICO DEL DISCURSO ACADÉMICO: CRÍTICA Y AUTOCRÍTICA:
[3 pág., 6 min.]
VER QUE EXPLICO AQUÍ Y QUÉ EN EL APARTADO EJERCICIOS DE DESAPRENDIZAJE
(De I Jornadas Innovación Didáctica)
El análisis de los medios de comunicación como objeto de estudio y como fuente documental me llevó a concluir que las dificultades con que tropezamos para comprender el papel que estos medios desempeñan en la organización de nuestra vida social se deriva del orden androcéntrico del discurso académico de la Historia y las restantes Ciencias Sociales[1].
En los libros de Historia, el hombre que aparece como protagonista y agente de las transformaciones sociales no se refiere al conjunto de seres humanos: corresponde a aquellos personajes, en su mayoría varones adultos de los grupos dominantes que actúan en los escenarios públicos y en las cúspides de las instituciones desde las que ejercen el poder sobre el resto del colectivo; y se menosprecia como insignificante y hasta se silencia cuanto realizan las restantes mujeres y hombres que transitan por los restantes escenarios de la vida social, personajes que, sin embargo aparecen como protagonistas de los productos más genuinos de la cultura de masas (la prensa de sucesos o del corazón, las películas, las radio o telenovelas, las canciones, la publicidad comercial...).
Estos protagonistas sirven de base para construir el concepto de lo humano al que se atribuye una valoración superior, de modo que se legitima como natural y superior el sistema de valores propio de esos personajes públicos y las formas de organización social propias del ejercicio del poder y que se hallan impregnadas por la voluntad de dominio de unos seres humanos sobre otros, a la vez que se elude examinar las repersuciones que este propósito tiene en la vida social privada y pública de los colectivos que lo practican, una de cuyas manifestaciones son las instituciones, vías y medios de comunicación, que facilitan dominar el máximo espacio en el menor tiempo.
Todo ello repercute en una visión de la Historia Contemporánea centrada en los actores públicos de los estados hegemónicos, que no suele tener en cuenta ni las transformaciones que han afectado a la vida doméstica, ni su relación con esa trama transnacional que se ha entretegido a lo largo del siglo XX, cada vez más tupida, campo en el que operan los medios de comunicación desde los que nos asomamos hoy a la aldea planetaria.
... no podemos olvidar que, tal como hemos expuesto, las explicaciones de las distintas ciencias sociales parten del pre-juicio de considerar naturales y superiores aquellas actividades humanas orientadas por la voluntad de dominio de unos seres humanos sobre otros. Por ello, para poder contrarrestar esta creencia, este sistema de valores y el repertorio conceptual con que se expresa, propongo partir de la base de que vivir es, ante todo, con-vivir armónicamente, capacidad y aspiración al entendimiento entre las personas y los colectivos. (TEXTO QUE APARECERÁ E EL APARTADO SIGUIENTE)
2. LA COMUNICACIÓN, UN ENFOQUE INTEGRADOR: NUEVOS PARADIGMAS:
De ANALISI 14
Frente a estas explicaciones del pasado que restringen la atención a aquellos grupos humanos que actúan en los escenarios públicos, y a las actuaciones propias del ejercicio del poder y las confrontaciones por conseguirlo, la Historia de la Comunicación exige modificar el enfoque en varias dimensones: no podemos limitarnos a añadir, sino que hemos de modificar el punto de vista que adoptamos para poder ampliar el enfoque, y esa nueva persectiva nos proporciona una nueva valoración de los distintos aspectos de la realidad y requiere tomar en consideración las relaciones que guardan entre sí.
Ampliar la noción de lo humano y lo social
A las diversas dimensiones del ser humano, más allá de las actuaciones públicas (del homo faber y el homo sapiens a un ser humano menos especializado pero con capacidad de comunicación)
Y a la diversidad de opciones humanas adoptadas por los diversos colectivos humanos a lo largo del pasado y el presente.
Esto supone
Ampliar la noción del pasado y el presente, los enfoques de la Historia y las restantes Ciencias Humanas y Sociales, así como el alcance de los interrogantes que hacemos al pasado a partir de los problemas que detectamos en el presente: el pasado no se reduce ya a algo que sucedió en tiempos más o menos lejanos y que ya es pasado, sino que pervive en el presente, en nuestras formas de comunicación, comportamiento y conocimiento, en nuestras relaciones sociales y en el propio mundo material que constituye el ecosistema en el que vivimos.
Esta nueva perspectiva es posible si consideramos la existencia humana como comunicación:
Ciertamente, todas las actividades humanas pueden considerarse manifestaciones de la capacidad humana de comunicación, desde las reacciones biológicas a las formas más complejas de organizar las relaciones sociales. Las distintas ramas del saber académico compartimentan este fenómeno plural y polimorfo, y lo trocean en objetos de estudio propios de territorios especializados, dificultando una comprensión global de lo que vivimos. A no ser que tomemos en consideración nuestra propia experiencia personal y la contrastemos con lo que dicen / lo que excluyen las distintas explicaciones científicas. Y, para que este recorrido vital a través de las distintas disciplinas tenga éxito, es preciso tener en cuenta el carácter histórico, cambiante, de la existencia humana personal y colectiva. Hay que adoptar, por tanto, una perspectiva que podemos definir como vital, histórica y transdisciplinar.
La primera objeción que se puede hacer a esta propuesta, desde el punto de vista académico y hasta desde cualquier punto de vista razonable, es hasta qué punto es viable. ¿Es posible un conocimiento global de una vida social tan vasta y compleja como la actual?. ¿No nos conducirá a generalizaciones de escasa utilidad y pretensión desmesurada?.
Ante todo, parto de la necesidad vital de adecuar lo que estudiamos y explicamos en las aulas a lo que vivimos, y de buscar explicaciones satisfactorias incluso desde el punto de vista académico.
Pero parto también de la posibilidad de realizar esta tarea: de re-pensar y re-conocer la existencia humana, en su globalidad dinámica, a partir de la noción unitaria de comunicación.
3.1. La vida es comunicación
Ciertamente, en los últimos años han logrado cada vez mayor aceptación las teorías que se aproximan al conocimiento de la vida social atendiendo a la visión unitaria que se puede obtener si se concibe como un conjunto de procesos comunicativos, teorías que propugnan aproximaciones pluri, inter o transdisciplinares. Entre ellas, resultan de especial interés para la Historia de la Comunicación Social que propongo las que, de una u otra forma, tratan de aplicar a la vida social las aportaciones de la Teoría de la Información (desde Wiener y Shanon, hasta Moles y Edgar Morin). Aportaciones que ya tomó en consideración Fernand Braudel a finales de los años 50, a propósito de un debate con Levi-Strauss sobre el sistema de parentesco y los fenómenos de larga duración.
También han despertado cada ves mayor interés aquellas otras teorías que ponen el acento sobre las formas de significación cultural, la Semiótica y la Antropología cultural (así Lotman, que parte del principio de que "la cultura es información" o Rossi-Landi que, siguiendo a Umberto Eco, define la cultura como un "sistema de sistemas de signos"). 0 aquellas que -como es el caso de la teoría formulada por De Fleur y Ball-Rockeach-, se interesan por una "teoría integrada", en la que "se explica la comunicación como un proceso biosocial que depende no sólo de la memoria humana, sino de factores tales como la percepción, la interacción simbólica y las convenciones culturales de lenguajes específicos. Se considera asimismo la manera en que la comunicación de masas depende de tales procesos básicos" 4. En esta línea han que situar los trabajos sobre las repercusiones cognitivas de los medios de comunicación, que han permitido un cambio decisivo en las investigaciones de Historia de la Comunicación [2].
Estas y otras aportaciones nos permiten considerar la existencia humana desde la noción unitaria de comunicación. Pero no podemos olvidar que, tal como hemos expuesto, las explicaciones de las distintas ciencias sociales parten del pre-juicio de considerar naturales y superiores aquellas actividades humanas orientadas por la voluntad de dominio de unos seres humanos sobre otros. Por ello, para poder contrarrestar esta creencia, este sistema de valores y el repertorio conceptual con que se expresa, propongo partir de la base de que vivir es, ante todo, con-vivir armónicamente, capacidad y aspiración al entendimiento entre las personas y los colectivos.
Parto, por tanto, de considerar la existencia humana como actividad comunicativa, la cultura como producto humano cargado de significados. Este punto de vista unitario (o también podemos decir holístico) permite contrastar la experiencia vital, global y dinámica, con los distintos aspectos que hemos aprendido a delimitar y clasificar jerárquicamente, de acuerdo con el sistema categorial académico. Detectamos, así, las consonancias y las disonancias entre lo que vivimos personal y colectivamente, y el alcance de los conceptos que definen la existencia humana, advertimos el carácter histórico, cambiante, de los fenómenos sociales a que se refieren y, establecemos distinciones, por ejemplo, entre comunicación social y comunicación de masas, entre comunicación e información, entre conocimiento y saber..., De este modo advertimos el alcance y las contradicciones que se ponen de manifiesto entre las distintas instituciones, vías y medios de comunicación social, que se han configurado y transformado a lo largo del pasado impulsadas por la voluntad de dominio expansivo hasta producir el complejo sistema que gobierna hoy las relaciones comunicativas, y que afecta tanto a nuestras relaciones interpersonales como colectivas.
Considerar que vivir es comunicarse, y que la organización de la vida social puede entenderse como un conjunto de formas de organizar las relaciones comunicativas, permite perfilar las coordenadas que pueden orientar nuevos viajes por la Historia de las Comunicaciones (5) .
3.2. Eros y Thanatos
He definido esta propuesta como no-androcéntrica para subrayar que parto de la base de que las formas originarias de las relaciones comunicativas humanas, y las aspiraciones que considero más propiamente humanas, son impulsadas por la voluntad de convivencia armónica (Eros). Por tanto, que me propongo indagar la génesis y el proceso histórico y de implantación conflictiva de esas otras formas comunicativas que considero anti-humanas, ya que aparecen impregnadas por una voluntad de dominio de unos seres humanos sobre otros (Thanatos). Voluntad que constituye el dogma que el saber lógico-científico comparte con otras formas de explicar el mundo que legitiman el ejercicio del poder, y que en ese sentido he calificado de androcéntricas (6).
Frente a ese dogma, parto de la sospecha, o hipótesis, de que la organización de la comunicación, en el interior de los colectivos y también de cada ser humano, tiene que ver con las relaciones que se establecen con el entorno, con el medio natural y con otros seres humanos. Y considero que, en la medida en que un colectivo, o un ser humano, orientan sus relaciones de acuerdo con propósitos de dominio expansivo, la logística de la expansión fratricida impregna y obliga a re-formular simbólicamente las relaciones para la reproducción de la vida y la obtención de bienes, a fin de supeditarlas y orientarlas de acuerdo con tales propósitos (transmutación de Eros en Thanatos): recordemos que en nuestra memoria colectiva resuena todavía el mandato bíblico "creced y multiplicaos y dominad la tierra".
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Partimos de considerar la existencia humana desde la noción unitaria de comunicación, por tanto, las formas de organizar la vida social, como formas de organización de las relaciones comunicativas entre los seres humanos[3].
Y la definimos como no-androcéntrica para adoptar una posición distanciada de las explicaciones académicas convencionales, que consideran natural y superior el propósito anti-humano de dominio de unos seres humanos sobre otros, y poder, así, examinar críticamente el proceso histórico de implantación conflictiva de las formas de organización social orientadas por ese propósito, partiendo de la base de que las formas originarias de las relaciones comunicativas están impulsadas por la aspiración humana al entendimiento y la voluntad de convivencia armónica.
De ahí la hipótesis general en torno a la que se articulan los dos paradigmas de la Historia de la Comunicación: en la medida en que un colectivo organiza su vida social de acuerdo con propósitos de dominio expansivo, la logística de la expansión territorial fratricida exige re-definir simbólicamente las relaciones comunicativas internas para la reproducción de la vida y la obtención de bienes, a fin de supeditarlas y orientarlas de acuerdo con tales propósitos expansivos.
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De ANALISI 14
Dos son los paradigmas que permiten formular una explicación histórica de las Comunicaciones, viajar por el pasado y el presente de los nudos y las redes de comunicación[4]. El primero, que podemos situar como eje diacrónico, nos conduce a la comunicación y la transmisión de la memoria colectiva a través del tiempo, a las pervivencias del pasado en el presente. El segundo, que podemos considerar como el eje sincrónico, a la comunicación en cada momento de la vida social y, así, a cómo la actividad humana reproduce y modifica el pasado en los sucesivos presentes.
2.1. Primer paradigma: la dinámica social, producto de la asimilación / no asimilación de la memoria colectiva
[3 pág., 6 min.]
El primer paradigma se propone considerar a los seres humanos como seres que desarrollan actividades comunicativas, la existencia humana y la vida social a partir de la noción unitaria de comunicación: todas las actividades humanas aparecen, así, como actividades comunicativas orientadas a distintos fines, y las relaciones sociales, como relaciones de comunicación.
Se centra la atención en las y los diversos protagonistas concretos, mujeres y hombres de distintas edades y condiciones sociales cuyas actuaciones y relaciones guardan relación con los grupos sociales de los que forman parte, y en el conjunto de actividades que realizan cotidianamente.
Y se propone una aproximación a las transformaciones históricas colectivas a partir de considerar que, a lo largo de las historias personales, se asume la memoria colectiva fraguada por las generaciones precedentes, a medida que se entra en contacto con otras personas y con un ecosistema que ha sido construído arquitectónicamente y en forma de objetos, de acuerdo con determinados fines.
Especial atención se presta a las distintas fases del proceso de aprendizaje humano: la infancia, etapa en la que se forma la memoria sentimental primaria de cada ser humano en contacto con las personas que proporcionan los medios básicos de supervivencia, según las condiciones sociales en que se nace; la adolescencia, o fase en la que se contrastan tales condiciones con las expectativas, aspiraciones y sueños posibles o no; y la vida adulta, en la que, según las condiciones de nacimiento y las expectativas, se adoptan decisiones que las reproducen o transforman, y que marcan las condiciones con que se encuentran al nacer las generaciones siguientes.
Desde esta perspectiva, las instituciones y los medios de reproducción simbólica de la realidad (imágenes, ritmos y melodías musicales, palabras y números que se registran mediante distintas formas de escritura, explicaciones míticas y racionales...) pueden considerarse como un repertorio de instrumentos construidos especialmente para el registro y la reproducción de la memoria colectiva y para su difusión, en cada momento (sincrónicamente), entre grupos sociales más o menos extensos, y a través del tiempo (diacrónicamente), en el recambio generacional.
La memoria personal aparece, así, como compendio de una memoria colectiva que conserva rastros de más o menos larga duración y a la vez introduce modificaciones. Y las transformaciones sociales, como fruto tanto de las continuidades como de los cambios sociales, en el proceso de reproducción generacional de la vida social.
En definitiva, este paradigma, al considerar la dinámica social como producto de la asimilación o no asimilación personal de la memoria colectiva - la sociogénesis como ontogénesis filogenética -, permite clarificar la participación y la responsabilidad personales y colectivas en la producción y reproducción generacional de la vida social.
2.2. Segundo paradigma: repercusiones de la dinámica expansiva en la organización social interna
[3 pág., 6 min.]
El segundo paradigma centra la atención en las transformaciones históricas de las relaciones sociales, teniendo en cuenta las repercusiones que los propósitos de dominio expansivo tienen en la vida social interna de los colectivos que lo ponen en práctica.
El objetivo del segundo paradigma es comprender cómo se ha construido históricamente el ecosistema comunicativo hasta generar las formas de organizar las relaciones sociales y las dimensiones que el dominio del mundo ha alcanzado en nuestro mundo contemporáneo, en el que el dominio de la tierra desde el espacio genera un entramado de relaciones sociales planetarias que favorece que una cuarta parte de la población mundial acumula la mayoría de los recursos de la Tierra, hasta el despilfarro, mientras tres cuartas partes tiene graves dificultades para obtener los bienes imprescindibles para supervivencia cotidiana.
La confluencia de ambos paradigmas permite formular una explicación del pasado y presente social atendiendo al proceso de reproducción generacionalk de la vida social en el que participamos con nuestras actuaciones cotidianas, al ritmo de los propósitos de dominio expansivo, asumidos personal y colectivamente, y de la dinámica contradictoria que tales propósitos genera, y ubicar en ese marco el papel de unos medios de comunicación que conectan las aspiraciones y ensoñaciones de grandes contingentes de población a un sistema neurálgico de alcance transnacional.
Bloque 2:
Otras explicaciones (15 pág., 30 min.),
Otras didácticas y posibilidades de debate plural (5 pág., 10 min.)
3. LA CONSTRUCCIÓN HISTÓRICA DE LA ALDEA GLOBAL: OTRAS EXPLICACIONES, OTRAS DIDÁCICAS:
3.1. OTRAS EXPLICACIONES: APORTACIONES DESDE LA HISTORIA DE LA COMUNICACIÓN no-androcéntrica, excéntrica, plural y interactiva, a ras de piel:
[1 pág., 2 min.]
De la confluencia de estos dos paradigmas se deriva un marco teórico que nos permite aproximarnos a las transformaciones históricas contemporáneas - al proceso histórico de implantación de la cultura de masas y la sociedad de la información - desde una perspectiva en la que podemos articular historias personales y colectivas, transformaciones locales y globales, y clarificar el papel de unos medios de comunicación de masas que conectan las aspiraciones y ensoñaciones de grandes contingentes de población a un sistema enurálgico que expresa la fase más reciente de la voluntad de dominio expansivo: la conquista de la tierra desde el espacio.
Este marco teórico nos ayuda a resolver problemas que surgen tanto en la explicación histórica del proceso de implantación de la cultura de masas, como en la construcción de las tupidas y complejas tramas de la sociedad de la información, y en las investigaciones concretas sobre los distintos medios de comunicación de masas.
Hasta aquí, ANÀLISI 14, hasta p. 25: A principio de curso...
De I Jornadas... p. 68:
Como premisa fundamental se insiste en la distinción entre realidad social - lo que sucede - y las explicaciones elaboradas por las diversas disciplinas académicas, los medios de comunicación de masas, etc.
Se considera que cualquier explicación se construye seleccionando determinados aspectos de la realidad social como significativos y menospreciando otros como insignificantes, y que el sistema de valores que orienta cada explicación repercute no sólo en lo que se valora positivamente y lo que se valora negativamente, se menosprecia hasta el silencio o incluso se ignora, y en qué espacios o escenarios, qué personajes y qué actuaciones se enfocan preferentemente, sino también en cómo se interrelacionan y se tratan los datos y se elaboran los distintos textos.
Esta pauta se tiene en cuenta tanto al realizar lecturas de textos y fuentes documentales, como a la hora de pensar en la explicación que se quiere elaborar.
Frente al hábito que suele crear el sistema educativo de responder a las preguntas que formula el profesorado, y de responder tal como se espera que se responda, el objetivo de esta propuesta es proponer que tanto el profesorado como el alumnado se ejercite en formular nuevos interrogantes sobre el mundo que nos rodea y en buscar respuestas, sabiendo que éstas dependerán tanto de las preguntas que se hacen como de la indagación que se realiza y de las fuentes que se utilizan y de cómo se leen:
Tres son las tareas fundamentales a realizar: la primera, ejercicios de des-aprendizaje; la segunda, formular nuevas preguntas según la explicación que queremos elaborar, y la tercera elaborar esa explicación con los materiales obtenidos.... ARREGLAR DE ACUERDO CON LA NUEVA PROPUESTA
3.1.1. Ejercicios de des-aprendizaje: DES-CUBRIR LA EXISTENCIA DE otras y otros protagonistas, otros escenarios, otras actuaciones, otras fuentes documentales
[2 pág., 4 min.]
En primer lugar, unos ejercicios de desaprendizaje o lecturas críticas no androcéntricas de textos de Historia Contemporánea y de Sociología, Historia y Teoría de la Cultura de Masas y la Sociedad de la Información, textos que se utilizan como pretexto para des-cubrir los esquemas de pensamiento con os que se han construído y nos hemos habituado a pensar nuestra existencia social racionalmente, a fin de que podamos usarlos o modificarlos, en lugar de que nos hagan pensar según las reglas asimiladas inconscientemente. La realización de estas lecturas críticas es tanto o más necesaria para el profesorado como para los y las estudiantes, no en vano llevamos más años repitiendo las pautas de pensamiento académico y, como dijo Aristóteles, es más difícil olvidar lo aprendido que aprender por primera vez.
Tres cuestiones hay que plantearse ante los textos, tomando nota de los datos en una ficha para poder, después, evaluarlos:
Tomar en consideración tanto lo incluído en los textos como lo excluído, y tanto lo que valoran positivamente como lo que valoran negativamente, ayuda en primer lugar a diferenciar lo que se explica de lo que sucedió o sucede, y, así, a ampliar nuestro campo de atención al recuperar las piezas del rompecabezas de nuestra vida social que nos habíamos habituado a menospreciar, a considerar la articulación de las diversas actividades sociales, desde lo privado a lo público y hasta las formas que adopta la expansión territorial, así como las repercusiones que esta expansión tiene en la organización interna y en las transformaciones históricas de nuestra sociedad.
De este modo podemos formularnos ya otras preguntas que habitualmente no nos hacemos e investigar pistas que nos hemos acostumbrado a menospreciar o a leer de forma despectiva: a preguntarnos por otros protagonistas, otros escenarios, otras actuaciones y relaciones sociales y otras formas de representación social.
3.1.2. Historias personales e historia colectiva: un enfoque desde la infancia y el recambio generacional (video y proyecto Tortosa)
[4 pág., 8 min.]
Otros protagonistas en otros escenarios, otras actuaciones y relaciones sociales, otras formas de representación simbólica de la realidad:
3.1.3. Escenarios sociales: paseos por el pasado y el presente de los nudos y las redes de comunicación: un enfoque desde lo local y su vinculación a lo global a través de las redes de comunicación
[5 pág., 10 min.]
3.1.4. Los medios de comunicación, registros de la memoria y fuentes documentales para la historia personal y colectiva: sentimientos, argumentos e informaciones.
[3 pág., 6 min.]
3.2. OTRAS DIDÁCTICAS EXCÉNTRICAS, PLURALES E INTERACTIVAS: TALLERES DE PRODUCCIÓN EXPERIMENTAL:
3.2.1. La ampliación del mundo y del universo cognitivo: nuevos instrumentos mnemotécnicos, nuevas necesidades de aprendizaje y desaprendizaje, nuevas formas de producción y transmisión del saber: redefinición de los papeles profesor - alumno en una didáctica ex-céntrica, plural e interactica.
[1 pág., 2 min.]
3.2.2. Diversidad de enfoques y perspectivas: aportaciones transdisciplinares
[1 pág., 2 min.]
3.2.3. Los talleres de producción experimental: una didáctica plural e interactiva, teórico-práctica, a través de los Campus virtuales.
[3 pág., 6 min.]
[1] Un análisis de cómo se manifiesta este androcentrismo en manuales de Historia de amplio uso en los centros de enseñanza secundaria puede verse en MORENO SARDÀ, A. (1986), El Arquetipo Viril, protagonista de la historia. Ejercicios de lectura no-androcéntrica, LaSal, Edicions de les Dones, Barcelona; y en (1988), La otra Política de Aristóteles. Cultura de masas y divulgación del Arquetipo Viril, Icaria, Barcelona, realicé un análisis comparativo entre una explicación androcéntrica clara, en la Política de Aristóteles, veinte obras de historia del pensamiento que dicen explicar el contenido de la obra, y todas ellas incurren en una visión parcial androcéntrica y opaca.
[2] Ver la recopilación de trabajos en CROWLEY Y HEYER, La comunicación en la Historia
[3] A finales de los años 50 Fernand Breudel ya advirtió que la articulación entre la Historia y las restantes Ciencias sociales podía derivarse de considerar las aportaciones de la Teoría de la Información, lo que le condujo a examinar los fenómenos de larga duración. Véase BRAUDEL, F. (1968), La Historia y las Ciencias Sociales, Madrid, Alianza. Otros autores han hecho aportaciones de gran interés en esta línea. Véase WIENER, N. (1965), Cibernètica y Societat, Barcelona, Edicions 62; MOLES, A. (1978), Sociodinámica de la cultura, Buenos Aires, Paidós; MORIN, e. (1978), El paradigma perdido, el paraiso olvidado. Ensayo de bioantropología, Barcelona, Kairós; DE FLEUR, M. L. Y BALL-ROKEACH. S. (1982), Teorías de la comunicación de masas, Barcelona, Paidós. En estos y otros autores me basé para formular el planteamiento teórico y los paradigmas que aquí expongo, de los cuales se puede ver una exposición detallada en MORENO SARDÀ, A. (1991), Pensar la Historia a ras de piel, Barcelona, Edicions de la Tempestad.
[4] Ver MORENO SARDA, A. Pensar la historia a ras de piel, Ediciones de la Tempestad, Barcelona.