Documento nº 2: PROGRAMA DEL MOVIMIENTO DEMOCRATICO DE MUJERES - MOVIMIENTO DE LIBERACION DE LA MUJER

Madrid, octubre 1976

Causas históricas de la discriminación de la mujer

Hasta el momento actual y en todo el mundo, la mujer desempeña un papel inferior al del hombre. Se la ha situado en puestos secundarios que coartan su desarrollo personal y se la ha mantenido aislada de los procesos que determinan la evolución social.

Esta situación discriminatoria obedece a unas claras causas históricas, que son el eje fundamental de la actual opresión de la mujer.

El asegurar la procreación que permita la perpetuación de la especie, ha posibilitado configurar un modelo de mujer ligado sólo a aquellos procesos y actitudes que garanticen su papel re productor. La evolución de la sociedad y la transformación del proceso económico permiten la superación progresiva de la dependencia de la mujer a su biología, limitando el período de maternidad a etapas cada vez más cortas de su vida. Por todo ello, se hace cada vez más insostenible el argumento tradicional con el que se pretende justificar el papel secundario de la mujer y su confinamiento exclusivo al hogar.

En la actual discriminación de la mujer ha jugado un papel decisivo la necesidad de asegurar la continuidad de la propiedad y de garantizar su transmisión legítima a través de los hijos; para l1o se ha sometido a la mujer, eliminando su capacidad de decisión y aislándola de cualquier transformación social.

Es necesario, al mismo tiempo, que la mujer asuma su papel y para hacerlo posible se va construyendo un aparato ideológico que dé argumentos y justifique la realización de la mujer como persona a través de los hijos y el mantenimiento del hogar. Esta concepción de la relación hombre-mujer en el marco social, es la única capaz de garantizar que la ideología y el poder político dominante en cada momento histórico puedan afianzarse y asegurar su continuidad.

La forma de perpetuar esta opresión específica de la mujer se asegura con la elaboración de unos moldes de educación y de unas leyes que lleven a la práctica estos conceptos, y se concreta en el mantenimiento de unas costumbres y una moral que le vienen dadas desde su nacimiento, se detienen y se degrada su desarrollo psicológico e intelectual y se la mantiene apartada del trabajo asalariado. Se asegura así su dependencia económica y su aislamiento de la sociedad en que vive.

Situación de la mujer en España

En el Estado español esta situación refleja un considerable atraso con respecto a otros países desarrollados, debido al carácter represivo de nuestro régimen político. Durante cuarenta años el franquismo ha negado, sistemáticamente, la libertad y los derechos fundamentales del individuo, en un esfuerzo constante por despolitizar la sociedad, única solución para mantenerse como lo ha hecho. Ha reducido los intereses del ciudadano a los más bajos niveles, e incluso éstos ha sido incapaz de satisfacerlos adecuada mente. Su permanencia en el poder ha sido posible por el cotidiano ejercicio de la violencia y de la represión.

Si estas circunstancias afectan a ambos sexos, repercute más profunda y negativamente sobre la mujer por su situación marginal en los aspectos social, político y económico.

A la mujer se la supedita a la autoridad del varón y se la convierte en instrumento conservador del sistema establecido.

A través del sistema educativo se imponen asignaturas «femeninas», un «servicio social» obligatorio, una formación profesional discriminatoria, etc., que tienen como objetivo fundamental no permitir que la mujer en nuestro país se aparte de la única profesión que el régimen le ha asignado: esposa, madre y «celoso guardián» de su hogar.

Pero ni siquiera la función de madre le es reconocida por la ley con igualdad al varón, ya que las leyes le conceden a éste la patria potestad. Ante la ley, la mujer es tratada como ser inferior, situación que se agrava cuando está casada.

En contradicción cada vez mayor con estos condicionamientos, el desarrollo económico va introduciendo nuevas necesidades que modifican la situación de la mujer al determinar su paulatina in corporación al trabajo. Sin embargo, la mujer, y especialmente la casada, no se incorpora como paso previo y fundamental para su liberación, sino forzada por los escasos recursos económicos., con los que cuenta en su familia y como consecuencia de ello, se 1 ve sometida a una doble jornada de trabajo: dentro y fuera del hogar. El trabajo de la mujer sigue siendo subsidiario y temporal, lo que hace que la mano de obra femenina se distribuya en sectores y ramas de la producción, como textil, químicas, conserveras, secretaria, etc., con salarios y condiciones generales de trabajo muy inferiores al resto. Y sobre todo, la mujer es el gran ejército de reserva que asegura una mano de obra barata a utilizar en un momento de auge económico y a relegar de nuevo al hogar cuando el país atraviesa un período de crisis econ6mica. Todos estos factores traen, como consecuencia, un índice de paro en la mujer, muy superior al del hombre.

¿Cómo surge el Movimiento Democrático de Mujeres?

La creciente incorporación de la mujer al trabajo, a pesar de todo lo que la dificulta, y el resurgir en nuestro país de los movimientos de masas, han hecho posible la toma de conciencia de la mujer que c0mien a sentir la necesidad de defender sus intereses.

Surge así en 1965 el M. D. M., como hilo conductor de las aspiraciones de las masas femeninas y en respuesta a la política femenina del franquismo, corriendo los riesgos de la ilegalidad a que se le somete.

El Movimiento Democrático de Mujeres - Movimiento de Liberación de la Mujer es un Movimiento Feminista, puesto que su objetivo es luchar contra la discriminación de la mujer. Entiende que la lucha feminista exige una respuesta de masas, ya que sólo la asunción por parte de la gran mayoría de mujeres de su situación de oprimidas, va a hacer posible eliminar, de hecho, las discriminaciones que pesan hoy sobre ellas. Es necesario, como en todo problema colectivo, una respuesta de masas, no de minorías.

Nuestro Movimiento es también socio-político, ya que entendemos que la liberación de la mujer exige, para su concreción práctica en la lucha reivindicativa, unas condiciones políticas, eco nómicas y sociales que posibiliten avanzar en el camino hacia su liberación. Esto no supone posponer la lucha y dejar las reivindicaciones femeninas postergadas ni diluidas en la lucha política, sino saber que feminismo y situación política debe aunarse en nuestra lucha.

El M.D.M. - M.L.M. se define, también, como unitario y pluralista, ya que en él tienen cabida mujeres de diferentes ideologías y creencias. Este carácter, junto con su definición de movimiento de masas, supone una composición interclasista para nuestra organización, porque sabemos que el problema de la mujer afecta hoy a mujeres de distintas clases sociales y diferentes sectores: amas de casa, trabajadoras, estudiantes, profesionales...

Nuestra organización es independiente económica e ideológicamente de los partidos políticos, de las organizaciones sectoriales y del Estado. Tiene una línea de acción propia, decidida a través de la discusión abierta y colectiva.

El Movimiento Democrático de Mujeres hacia el futuro

En los momentos actuales en los que está en juego la conquista de la democracia en el Estado español, la mujer tiene que estar presente desde su problemática y su lucha concreta.

Para el Movimiento de Liberación de la Mujer es requisito inaplazable la implantación de las libertades democráticas; por ello, pensamos que la democracia es hoy una reivindicación política, objetivamente feminista, por la que deben luchar las masas femeninas, y somos conscientes de que solamente con la transformación de las actuales estructuras sociales, políticas, económicas e ideológicas se darán las condiciones objetivas necesarias para construir una nueva sociedad en la que ningún ser pueda realizarse a costa de otro.

Nuestro Movimiento impulsa la unidad de todos los grupos feministas, ya que las diferentes opciones no deben ser un obstáculo para que todas las organizaciones de mujeres participen en la lucha colectiva.

Consideramos fundamental el ir al mismo tiempo profundizando en un trabajo ideológico, que permita la transformación de las relaciones hombre-mujer, para que éstas se establezcan sobre una bases de auténtica igualdad.

Junto a todas aquellas reivindicaciones que, de una manera u otra, permitan la movilización masiva de mujeres, nuestro Movimiento propugna:

- Enseñanza obligatoria y gratuita.

- Supresión de la educación diferencial y de la doble moral que marcan unas pautas de comportamiento distintas para el hombre y la mujer desde su nacimiento. Eliminación de todo aquello que limite las posibilidades de acceso de la mujer a la cultura.

- Creación de guarderías y centros de enseñanza preescolar gratuitos.

- Formación profesional, sin especialidades en función del sexo.

- Reivindicamos la incorporación de la mujer al trabajo remunerado, como premisa previa para su liberación. Para ello es necesario eliminar las discriminaciones económicas e ideológicas que impiden su incorporación al mundo del trabajo.

- Trabajo igual, salario igual, igual responsabilidad.

- Acabar con la división del trabajo en función del sexo.

- Eliminar, tanto en la ley como en la práctica, las discriminaciones que la mujer sufre en el trabajo.

- Reconocimiento, para la mujer que trabaja en el servicio doméstico, mientras éste no desaparezca, de los mismos derechos que el resto de los trabajadores.

- Mientras exista el trabajo a domicilio, reivindicamos la regulación laboral del mismo. Pensamos que este tipo de trabajo debe tender a desaparecer, por cuanto supone de explotación de mano de obra barata.

- Centros de formación profesional acelerada, para impulsar la incorporación y calificación de la mujer en el trabajo.

- Guarderías con horarios flexibles, que se adapten a las necesidades de la mujer.

- Servicio colectivo (lavanderías, comedores...) que disminuyan la doble jornada de trabajo de la mujer.

- Que puesto que la mujer trabajadora cotiza en la Seguridad Social en las mismas condiciones que el hombre, se le reconozcan las mismas prestaciones (pensión de viudedad...) y los mismos derechos.

- Establecimiento de unas leyes en las que quede suprimida toda la legislación discriminatoria y humillante para la mujer, que hoy en día la relega a un puesto secundario en la sociedad:

- Supresión del delito de adulterio

- patria potestad conjunta del hombre y la mujer sobre los hijos

- posibilidad de elección de domicilio para la mujer casada...

- Desaparición de las diferencias existentes entre hijos legítimos e ilegítimos.

- Aceptación y protección social y legal a la madre soltera.

- En caso de que la pareja opte por el matrimonio, que éste quede únicamente regulado por unas leyes civiles establecidas para el caso, dejando el matrimonio religioso a la libre decisión de los creyentes.

- Una ley sobre el divorcio que no resulte discriminatoria para la mujer. Para ello es necesario facilitar la incorporación de la mujer casada al trabajo asalariado para que ésta pueda elegir el divorcio en igualdad de condiciones que el hombre.

- Creación de centros de planificación familiar a cargo de la Seguridad Social.

- Anticonceptivos libres y gratuitos a cargo de la Seguridad Social con atención médica permanente. Supresión del artículo 416 que en el Código Penal penaliza su difusión y propaganda.

- Que el aborto deje de ser considerado como un delito. Legalización del mismo a cargo de la Seguridad Social, que se daría en casos muy aislados si se generalizaran racionalmente los métodos anticonceptivos.

- Que desaparezca la utilización que se hace de la mujer como objeto sexual y su manipulación en los medios de comunicación social.

- Amnistía para las conductas consideradas delictivas en razón del sexo por la legislación española.

- El mejorar la calidad de vida en los barrios (carestía, sanidad, vivienda, centros de formación...) que facilite la promoción y la incorporación al desarrollo social de las amas de casa.

- Afirmamos que para conseguir estos objetivos es fundamental y previo el establecimiento real de las libertades democráticas (reunión, expresión, asociación, huelga, manifestación...). Amnistía total. Que se arbitren las formas de gobierno que garanticen el libre ejercicio de todos los derechos democráticos.

(Folleto publicado por el MDM - MLM, octubre de 1976)

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